Por qué no
leo, no da gusto leer luego. Luego que Lugo fue presidente y fue al fuego. Hubo
gente preocupada con sus hijos no más luego. Moralistas moralismo moral. Si te
pudiera robar quizá lo haría por el sueldo que me pagas che capé. El gordo del parlamento
se suicidó después de ver el noticiero. No soportó veinte minutos de un
entierro. Una muerte. Las mismas imágenes durante veinte minutos. La misma
música de fondo. Siniestro. No es que yo sea mejor que vos. Lo que pasa es que
mi corazón necesita de un cardiólogo y no de las tonterías que repites desde
que el cielo es negro. A lo mejor Pérez tenga razón. Le complace escribir cosas
contra la iglesia. Le agradan los homosexuales para simpatizar a los perros,
sus socios de ocios. A mí me reventaron el vidrio del auto. Me reventaron la
camisa de fuerza. No tengo problemas con la policía. Sus armas me dan miedo. Lo
siento mi reina. La hemorragia de nuestra moral me desanima. Pero sonrío
dormido. Despierto del sueño. A eso me dirijo como un borracho con un libro debajo
del brazo. Quizá aprenda un día. Quizá me regales una tarde de placer. No fumo
querida. Para no ser un completo boludo acepto el vaso de vino. Por qué no me
dices lo dulce que soy por whassap. Parece que el vestido que te regalaron te
queda chico. De tu hermana menor. No es que me importen tus ropas. Me importan
tus piernas, tus nalgas de jabón. Después de Lugo todos somos seductores.
Después de F. Franco somos todos actores. La rabia de tu baba me excita. Ni
hablar de Al Capo Ne. Pone al capo. Capo. Cigarrilleros. Viviría toda mi vida
con un mes de tu sueldo. Fiamma. Maffia. Al pelo. Un dedo duro del miedo.