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sábado, 19 de mayo de 2012

ÁNGELES

“No soporto más, vamos a caernos”, dijo ella. Le dije que aguantara un poquito más, que ya estaba casi todo listo, pero no fue así, caímos. Ella gritó que abriera las alas, ella gritó, pero no obedecí.



-¿Porqué no lo hizo?


-Porque…


-¿No va a decir nada para defenderse?


Había una misión, aquel condensador de energía, la tarea sería relativamente fácil, fue lo que dijeron, además ellos eran los mejores profesionales. Ella por su experiencia con heliosofía y él por la mecánica neurocientífica. El trabajo estaba concluyendo cuando hubo una explosión, los dos fueron arrojados del compartimento, él pudo sujetarse de la puerta y sostener a su acompañante. Inmediatamente le pidió que ella sujetara a los dos con la fuerza de sus brazos para que él pudiese conectar el minimódulo en el cerebro de la máquina. Fue imposible, pues los dos cayeron, si quisiesen podrían abrir las alas, pero por alguna razón no lo hicieron.


-Ahora ella está muerta. ¿Por qué no abrieron las alas?


-Usted sabe muy bien las razones.


-Claro que lo sé, pero aquí se trata de un juicio. Ella está muerta por su culpa, usted era el responsable por la operación, además usted dice que ella le gritó para que abriera las alas.


-Ella podría haber abierto las suyas si quisiera.


-Pero no las abrió por su culpa. ¿Usted sueña aún con ser humano?


-No puedo desear otra cosa.


-Por eso no abrió las alas, usted sabía que una vez abiertas ya no podría ser un humano, pero también sabía que podría salvarle la vida a ella.


-Ella nacerá nuevamente, ¿no es esa nuestra fe?


-No sea insolente.


-Perdón.


-Claro que nacerá nuevamente, como dice, es nuestra confianza, nuestra certeza, pero usted ha demostrado mucho más egoísmo que bravura. ¿Porqué pretende ser un humano?, quizás ¿para dejarlos morir? ¿Sabe que una vez humano, nunca más volverá a su casa, sabe que ni siquiera tendrá memoria de este mundo?


-Lo sé, señor y lo acepto, creo que vale la pena, espero que valga…


-Pero no piense que será fácil. Nuestros jueces han decidido enviarle a la misma misión para completar su trabajo. Será su condena por la muerte de ella.


-Acepto la orden, pero espero que me envíen solo, no quiero a nadie que…


-¡Cállese!, usted no está en grado de exigir absolutamente nada.


Esta vez fue solo al sistema energético. Una vez más hubo un accidente, una explosión de la vesícula nuclear insipiente, esta vez no pudo sujetarse de la puerta de la órbita. Tampoco nadie gritó para que abriera las alas. Estaba decidido, no abriría las alas, sabía que una vez abiertas jamás podría ser un humano, pues tenía que cargar eternamente con la fatalidad de ser un ángel. También sabía que tal opción lo condenaría a la muerte y una vez muerto debería esperar años, quizás siglos para nacer nuevamente. Pero estaba decidido a ser un humano.


Despertó. No reconoció a nadie. Quiso decir algo, pero no puedo, quiso levantarse, tampoco pudo. Una mujer vestida de blanco le dio unos golpes en las nalgas para que llorara. Casi atragantándose en su líquido vital y en la sangre de su madre, lloró. Lloró como un ser humano.

1 comentario:

  1. Che quero comentar com usted questo, please!
    É muito bonito!

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