De los geranios para
rimar
y remar por aguas
negras
aguas sucias de la
ciudad
una zapatilla
gastada nada
flota una costilla
de soledad
Debajo de los
puentes hay vida
de ratas
cucarachas
y algo más
ahí está lo humano
en sus manos
manos que olvidaron
de bendecir
no aprendieron de
las aves el vuelo
ni luz de
luciérnagas en el mar
Corre el río muerto
hediondo
sin camalotes que
hospeden ranas
nada más que
silencio en las nubes
en la órbita de los
hombres
en sus hambres
clavados en girasoles
Ahí está lo humano en
la sombra
en los residuos
en la aridez de la
lluvia
como si el diablo
llorara
o un ángel
perforara la maldición de un castigo
Flotan burbujas
efervescentes
delirando entre
peces muertos
ahí está la orilla
del otro lado
donde sólo ellos
habitan
donde cantan y
sueñan
los mismos sueños
de ratas
cucarachas y algo
más
Allí en la orilla
hay resto de lo humano
bocinazos
desesperados
alegría de volver a
casa
el silencio de la
noche
entre puentes
olvidados
y camalotes verdes
Por un momento son
felices en sus sueños
Pero tienen que
despertarse
Y escapar de la
crecida del río.